Graba tus presentaciones, practica con delante de amigos, y utiliza técnicas de relajación y visualización para proyectar seguridad y profesionalismo, conectando mejor con tu audiencia.
Los movimientos nerviosos son acciones repetitivas e inconscientes que realizamos debido al nerviosismo o la falta de confianza. Ejemplos comunes incluyen balancearse de un lado a otro, tocarse la cara, jugar con objetos como bolígrafos o tarjetas, y moverse sin propósito claro.
El contacto visual inadecuado incluye evitar el contacto visual, mirar al suelo o al techo, o enfocarse solo en una parte de la audiencia. Esto puede hacer que parezcas desconectado o inseguro.
Tener una expresión fija, seria o nerviosa, o gesticular demasiado puede enviar señales contradictorias o negativas a tu audiencia.
La postura corporal incluye posturas cerradas (como brazos cruzados), encorvadas, o excesivamente rígidas. Estas posturas pueden proyectar inseguridad, desinterés o nerviosismo.
Ocultar las manos puede parecer poco profesional o nervioso. Esto incluye tener las manos en los bolsillos, detrás de la espalda, o cruzadas frente al cuerpo.
Quedarse estático en un solo lugar o moverse demasiado sin propósito puede afectar negativamente la percepción de tu presentación.
Trabajar en estos aspectos te ayudará a proyectar una imagen más profesional, segura y conectada con tu audiencia, mejorando significativamente la efectividad de tus presentaciones. ¡La práctica constante y el feedback son tus mejores aliados en este proceso!